Es el problema hormonal más frecuente que afecta a la mujer durante el periodo reproductivo. Puede afectar hasta un 20% en formas leves de la población femenina.

Las causas todavía no están totalmente identificadas, pero se sabe de su relación genética y hereditaria familiar.

Los signos y síntomas suelen acompañarse de ciclos menstruales irregulares, dolor menstrual, a veces falta de regla, y alteraciones hormonales que conllevan y producen síntomas como acné, grasa en la piel, aumento de peso, cambios emocionales, caída de cabello, aumento del vello corporal, etc.

El diagnóstico se establece mediante la ecografía transvaginal y las determinaciones hormonales.

Y el tratamiento incluye la terapia hormonal, la bionutrición, control emocional y del estrés y otros síntomas, en  relación con la infertilidad y la reproducción.